La terapia láser es la que aprovecha la gran energía lumínica que generan los haces de luz cuando trabajan a muy alta frecuencia en una superficie y una profundidad elegida por nosotros.
Hay muchos tipos de láser dependiendo de su fuente lumínica, aunque hay una tendencia generalizada a creer que todos son iguales. Por ello las autoridades sanitarias diferencian en láser de uso médico, más potentes y efectivos, de los puramente estéticos que tienen menos potencia y los pueden manejar personas con menos cualificación. Tiene su lógica: un láser es un instrumento que puede quemar o hacer cicatrices si no se tienen suficientes conocimientos.
Cualquier momento del año es bueno para hacer un tratamiento siempre que se pueda cumplir una serie de recomendaciones como evitar sol (verano, montaña), traumatismos (gafas de sky, gafas de nadar ...), etc, aunque lo mejor es planificar de antemano los tratamientos a largo plazo para elegir el momento más cómodo y adecuado. Después de cualquier sesión de láser se puede seguir haciendo la actividad normal al salir de la consulta.
La utilización de las terapias médicas con tecnología láser se han mostrado herramientas muy eficaces para los tratamientos médicos estéticos como la depilación, y como una nueva alternativa terapéutica para la celulitis y la flacidez facial y corporal.
La depilación láser, en manos de un buen profesional y de la tecnología médica adequada son excelentes, básicamente por tres motivos esenciales:
- Se necesita un número de sesiones muy inferior con un láser médico, debido a la alta efectividad y potencia del mismo.
- Las sesiones son más espaciadas (entre dos y tres meses entre cada sesión) ya que el pelo tarda más tiempo en salir y lo hace más debilitado.
- Se convierte en un tratamiento más económico, debido a la reducción de las sesiones que se necesitan.
Está especialmente indicado para aquellas personas que tienen problemas de infección de los poros cuando se hacen la depilación con cera, lo que no ocurre nunca con el láser que es totalmente aséptico.
Las zonas más demandadas son: axilas, ingles, piernas y facial con respecto a las mujeres. Y cada vez hay más hombres que nos piden este servicio y que normalmente se centra en la depilación de espalda, hombro, piernas y tórax.
Aunque el vello es más visible en la cabeza, todo el cuerpo está cubierto de él, con excepción de las palmas de las manos, las plantas de los pies y los labios, pero, cuando el pelo crece de manera excesiva en el cuerpo, hablamos de la presencia de
hirsutismo, un padecimiento que puede presentarse en hombres y mujeres, pero representa un mayor problema cuando pasa al sexo femenino, ya que tienen vello grueso y oscuro en el pecho, la cara, la espalda y el abdomen.
Es importante consultar al médico, sobre todo si esta situación se ve acompañada de irregularidades en el periodo menstrual.