Qué es

El ozono (O3), es una molécula formada por tres átomos de oxígeno. Se crea de forma natural en las altas capas de la atmósfera por el efecto de los rayos ultravioletas del sol sobre el oxígeno.

El ozono que se utiliza para usos terapéuticos se obtiene de un generador que proporciona una mezcla de 95% de oxígeno y del 5% de ozono.

La ozonoterapia es la técnica que utiliza el ozono como agente terapéutico, es decir como un medicamento, debido a su alta capacidad oxidante y de cicatrización, o bien como medio de activación de ciertas proteínas (IFN-β, TGF-β) y células del sistema inmunitario sanguíneo.
Una de las funciones principales de la sangre es hacer que el oxígeno tomado por los pulmones y nutrientes circulen por el organismo y lleguen a todos los tejidos del cuerpo.
Con la ozonoterapia conseguimos potenciar esta función.

La ozonoterapia también se puede utilizar de forma preventiva en personas que gozan de una buena salud y que desean conservarla, ya que realiza una limpieza de todos los residuos metabólicos tóxicos que se acumulan con el paso del tiempo y que pueden ser responsables de causar enfermedades y del envejecimiento (a estos tratamientos se les conoce como antienvejecimiento o antiaging).

Es un tratamiento ambulatorio, con un alto porcentaje de éxito cuando está bien indicado. Al salir el paciente puede seguir con su actividad habitual y no tiene los inconvenientes de la cirugía. No tiene efectos secundarios.
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El ozono (O3) es una molécula triatòmica compuesta por tres átomos de oxígeno. Cada átomo de oxígeno liberado se une a otra molécula de oxígeno (O2), formando moléculas de Ozono (O3).

A temperatura y presión ambientales el ozono es un gas de olor acre y generalmente incoloro, pero en grandes concentraciones puede volverse ligeramente azulado. Si se respira en grandes cantidades, puede provocar una irritación en los ojos y / o garganta, la cual suele ocurrir después de respirar aire fresco por algunos minutos.

El ozono tiene varias aplicaciones en el campo de la medicina , constituyendo la ozonoterapia . Los efectos del ozono sobre el organismo se pueden resumir en los siguientes puntos:

- Tonifica y refuerza las paredes estomacales, previniendo úlceras y otros trastornos digestivos.

- Actúa sobre los agentes causantes de la acidez y mal aliento, neutralizando los mismos con rapidez.

- Alto poder cicatrizante, reduciendo considerablemente el tiempo de curación de llagas, heridas y úlceras, así como el riesgo de infección.

- Elimina las bacterias productoras de caries, sin afectar el esmalte, contribuyendo de esta forma a una mejor higiene dental.

- Disolver totalmente el ácido úrico.

- Actúa sobre centros nerviosos disminuyendo las tensiones y la sensación de angustia.

- La acción germicida y antitóxico del ozono, permite la realización de desinfecciones del organismo.

- Tratamiento de enfermedades respiratorias (asma, afecciones bronquiales, tosferina), afecciones cutáneas (llagas, úlceras úlceras, varicosas, etc.) Y enfermedades del aparato digestivo.
La demencia es un trastorno de la razón que supone un deterioro progresivo e irreversible de las facultades mentales. Quien sufre demencia experimenta graves trastornos en la conducta y en las funciones cognitivas, hasta el punto de impedir la realización de las actividades cotidianas.

Demencia senil, por su parte, es lo perteneciente o relativo a una persona de avanzada edad en la que se evidencia una decadencia física y/o mental.

La noción de demencia senil hace referencia al trastorno de la mente que aparece en ancianos. Se trata de un síndrome orgánico que se caracteriza por el deterioro de la memoria, trastornos del juicio y del pensamiento abstracto y alteraciones de la personalidad.

Cuando la demencia senil alcanza un grado avanzado, la persona no puede interactuar con normalidad ni llevar a cabo actividades de manera autónoma. Por eso quienes sufren el trastorno deben recibir atención permanente.La demencia senil es un conjunto de síntomas y enfermedades con rasgos comunes que van incapacitando las facultades mentales, intelectuales, y por tanto físicas. Los profesionales distinguen varios tipos de demencia, entre los que se encuentra la de tipo Alzheimer, la más común de todas. Así pues, sería más bien un tipo o una enfermedad que desemboca en la demencia senil.

Los síntomas y el carácter crónico e irreversible son muy parecidos, pues ambas conllevan la degeneración de las neuronas. El Alzheimer en cambio puede aparecer a edades más tempranas con pequeñas pérdidas de memoria, y aunque la esperanza de vida desde el diagnóstico ronda los diez años, no provoca tanto deterioro físico como una demencia.

Aunque existen muchos trastornos y síndromes asociados o similares, lo que dificulta una definición precisa, los especialistas concuerdan en que la demencia senil se inicia después de los 65 años de edad. La ansiedad, las ideas paranoides, el aislamiento social, el estrés y los rasgos obsesivos pueden ser síntomas de este tipo de demencia.

Es importante distinguir, de todas formas, entre la demencia senil, el envejecimiento normal, la depresión, la esquizofrenia y otros trastornos con deterioro cognitivo. Cada caso tiene diferentes particularidades y requieren de diferentes tratamientos.

La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa progresiva y se ha convertido en la forma más común de demencia en las personas mayores. Como consecuencia del envejecimiento de la población cada vez hay más personas afectadas por esta enfermedad. Actualmente es el cuarto problema de salud del mundo y en Cataluña hay aproximadamente 112.000 personas que padecen esta enfermedad.

La enfermedad de Alzheimer produce una disminución de las funciones intelectuales, dificulta el aprendizaje de nuevos conceptos, interfiere en la capacidad de la persona para realizar su vida diaria y produce cambios en su personalidad y conducta. Hay que decir que no todos los deterioros de las capacidades mentales relacionados con la edad evolucionarán hacia la enfermedad de Alzheimer.

Alzheimer : Neuronas inflamadas

Según un estudio publicado en Neurology, cuando en el organismo aparece una inflamación, sea por una infección o por lesión, la respuesta inmunitaria parece acelerar la pérdida de memoria en personas con Alzheimer. En ese estudio se examinaron las alteraciones de las facultades cognitivas en un lapso de seis meses; los enfermos de alzheimer que sufrían de inflamación crónica (y progresiva) debido a, por ejemplo, obesidad o artritis, experimentaban una pérdida de memoria cuatro veces mayor que la de los enfermos sin tal inflamación.
Quienes sufrían inflamación crónica, pero habían experimentado también una respuesta inmunitaria aguda (de breve duración, como la de una infección) salieron todavía peor librados: su pérdida de memoria se aceleró 10 veces más rápido que la de los pacientes sin ningún tipo de dolencia.

"Cuando comenzamos el estudio pensábamos que los sucesos agudos serían importantes", explica Clive Holmes, de la Universidad de Southampton. "Pero no nos habíamos percatado del peso que iba a tener la inflamación crónica."

Y bien, ¿cómo resulta lesionado el cerebro por la inflamación, sea por una enfermedad crónica o por una infección? La causa es el sistema inmunitario del organismo, que lanza un ataque sobre los patógenos invasores; libera proteínas inflamatorias tales como el factor de necrosis tumoral, FNT. Esta molécula provoca que el nervio vago, que se extiende desde el cerebro hasta el abdomen y controla funciones vitales, como el latido cardíaco, envíe un impulso eléctrico al cerebro, instruyéndole así para que libere sus propios mensajeros inmunitarios.

En individuos con cerebros sanos, esta cadena de acontecimientos no tiene mayor consecuencia que algunas molestias durante unos cuantos días. Pero es posible que las neuronas de los cerebros de enfermos de alzheimer se encuentren permanentemente en estado de inflamación atenuada. Así pues, cuando se ven expuestas a la amenaza de un patógeno o a una enfermedad crónica, pueden llegar a la plena inflamación, liberando compuestos que acaban siendo mortales para las células cerebrales. No se sabe de cierto por qué estas células mueren, aunque Holmes sospecha de la aniquilación de algunas neuronas en su intento de detener la difusión del virus, mientras que otras podrían morir por accidente en la lucha por librar al organismo de invasores.

Los resultados del estudio podrían contribuir a minimizar la pérdida de memoria en los casos de alzheimer, suprimiendo la inflamación crónica, por ejemplo, ayudando a sus pacientes a perder el exceso de peso. Se podría también apuntar directamente contra el origen de la inflamación: "Si la inflamación en el cuerpo está provocando inflamación en el cerebro, y fuera posible amortiguar esa señal, el bloqueo del FNT desempeñaría un papel en frenar la enfermedad de Alz-heimer", afirma Holmes.
Los accidentes vasculares cerebrales, AVC, también conocidos como ataque de apoplejía, embolia cerebral, infarto cerebral, hemorragia cerebral o ictus, es una lesión que se produce cuando una parte del cerebro deja de recibir sangre de manera brusca porque se obstruye un vaso sanguíneo (isquemia cerebral) o cuando éste se rompe (hemorragia cerebral). Si los síntomas sólo duran unos minutos y se recuperan solos, se llama accidente cerebral transitorio (TIA).
Se manifiesta por la aparición brusca y repentina de falta de sensibilidad o pérdida de fuerza en el brazo, cara, pierna o mitad del cuerpo, confusión o pérdida de conciencia, pérdida de visión de uno o de ambos ojos, dificultad para hablar, dolor de cabeza muy fuerte y sin causa conocida.

Si se presenta uno o más de estos síntomas, ES UNA URGENCIA, NO DEBE ESPERAR, debe ser visitado lo antes posible por un médico.

Puede dejar varias secuelas o incapacidades como parálisis de una parte del cuerpo, problemas de aprendizaje, de conciencia, de atención, o de memoria, problemas en el habla ... El pronóstico puede mejorar si el AVC es atendido en el hospital en las 3 primeras horas, ya que en algunos casos se puede dar tratamiento inmediato para deshacer la obstrucción.
Cada año, alrededor de 12 millones de personas mueren de infarto de miocardio o accidente cerebrovascular en todo el mundo. Ricos y pobres se ven afectados por igual. La mayoría de la gente piensa que sólo afectan a los varones de edad madura, pero lo cierto es que ocurren tanto en los varones como en las mujeres. En la población femenina, el riesgo aumenta considerablemente después de la menopausia.

La buena noticia es que podemos tomar medidas para evitar los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares.

Un corazón humano sano tiene apenas el tamaño de un puño y, sin embargo, es el músculo más fuerte del cuerpo. Con cada latido, bombea sangre que lleva oxígeno y nutrientes a todas las partes del cuerpo. En una persona en reposo, el corazón late unas 70 veces por minuto. La frecuencia de los latidos aumenta cuando nos ponemos en movimiento o sentimos emociones intensas.

A su vez, el corazón obtiene oxígeno y nutrientes a través de unos vasos sanguíneos denominados arterias coronarias. Cuando se interrumpe el flujo de sangre al corazón, la falta de oxígeno y nutrientes puede causar lesiones permanentes en ese órgano vital. Si el bloqueo es súbito recibe el nombre de infarto de miocardio. Si el bloqueo sólo es parcial y reduce el flujo de sangre al corazón, puede
sobrevenir un dolor en el pecho, llamado angina , que tal vez no produzca lesiones permanentes en el músculo cardiaco (miocardio), pero es un síntoma premonitorio de que la persona puede sufrir un ataque cardíaco importante.
La neuritis óptica es la inflamación aguda del nervio óptico, que es el nervio que recoge la visión. Es la lesión más común de este nervio.

Esta inflamación del nervio puede ser de origen desconocido o asociada a otras enfermedades como:

- esclerosis múltiple es una enfermedad desmielinizante que afecta principalmente a adultos jóvenes. En esta enfermedad existe una pérdida de mielina que afecta también al nervio óptico. La neuritis óptica constituye un síntoma característico de inicio de esta enfermedad.

- infecciones, es decir como resultado de la infección directa del nervio por bacterias o virus, como ocurre en el SIDA, la sífilis o en infecciones por Citomegalovirus. También infecciones víricas propias de la infancia como la varicela, sarampión o rubéola pueden desencadenar una inflamación del nervio óptico de forma indirecta, como resultado de una reacción inmunológica desencadenada por la propia infección.

- enfermedadesa autoinmunes e inflamatorias que afectan a múltiples órganos, entre ellos al nervio óptico.

La inflamación del nervio produce una desmielinización, que consiste en la pérdida de la mielina, que es el material que recubre el axon y funciona como aislante, facilitando la conducción nerviosa. La pérdida de esta sustancia hace que el nervio quede desprotegido y la conducción de los estímulos visuales sea defectuosa, por ello los pacientes con neuritis óptica perciben alteraciones visuales.

Manifestaciones clínicas
Cuando de forma aguda, en cuestión de horas o pocos días aparece una pérdida de visión en uno o ambos ojos, pérdida de visión acompañada de dolor ocular, que aumenta al mover el ojo, aparición de manchas o puntos ciegos en el campo de visión, generalmente en el centro del campo visual. También puede haber alteración en la percepción de los brillos y de la profundidad. Los colores (sobre todo el color rojo) pueden presentar un aspecto "desteñido".

Todos estos síntomas pueden empeorar cuando existe un aumento de temperatura corporal, por ejemplo: después de realizar ejercicio físico, con un baño caliente o con la fiebre.
El glaucoma es una enfermedad de los ojos que tiene como condición final común una neuropatía óptica que se caracteriza por la pérdida progresiva de las fibras nerviosas de la retina y cambios en el aspecto del nervio óptico.

La mayoría de las personas afectadas no presentan síntomas en las primeras fases de la enfermedad, más adelante aparecen defectos en el campo visual y pérdida progresiva de visión. La aparición de estos síntomas puede significar que la enfermedad está en un punto avanzado de su evolución. Es inusual que haya dolor ocular en el glaucoma crónico, pero es frecuente en el glaucoma agudo (glaucoma de ángulo cerrado), el cual sí puede ocasionar intensos síntomas desde su inicio.

Uno de los principales factores que pueden influir en la aparición de glaucoma es la presión intraocular alta, aunque no existe una correlación exacta entre glaucoma y presión intraocular, ya que algunas personas pueden desarrollar la enfermedad con cifras de presión intraocular consideradas normales y sin esto en otras ocasiones hay cifras altas sin que se produzca ninguna repercusión ocular.

Existen varios tipos de glaucoma, cada uno de los cuales tiene un origen y una evolución diferentes, por lo que la definición general anteriormente expuesta puede no corresponder a todas las formas de esta enfermedad. La mayor parte de los casos corresponde al llamado glaucoma crónico simple (glaucoma de ángulo abierto). (Asoc.Discap.Visual Cataluña)
La retinitis pigmentaria no es una enfermedad única, sino un conjunto de enfermedades oculares crónicas de origen genético y carácter degenerativo que se agrupan bajo este nombre. Se caracteriza por una degeneración progresiva de la estructura del ojo sensible a la luz, la retina, que poco a poco va perdiendo las principales células que la forman, los conos y los bastones.

Produce como síntomas principales una disminución lenta pero progresiva de la agudeza visual que en las primeras etapas afecta predominantemente a la visión nocturna y al campo periférico, manteniéndose sin embargo la visión central. Con el paso del tiempo aparecen nuevos síntomas, como disminución de la agudeza visual, destellos de luz (fotopsías) y en las fases avanzadas dificultad para la percepción de colores y ceguera.
La hipoacusia, sordera o deficiencia auditiva, es un trastorno sensorial que consiste en la incapacidad para escuchar sonidos, y que dificulta el desarrollo del habla, el lenguaje y la comunicación. Esta pérdida puede ser desde leve o superficial hasta moderada, y se puede dar de manera unilateral o bilateral dependiendo de que sea en uno o ambos oídos; esta pérdida puede ser de más de 40 decibelios en adelante..Entre las causas comunes de la pérdida de la audición se encuentran:

Infecciones crónicas de oido, lesión cerebral, condiciones hereditarias, exposición repetida a ruidos fuertes, como los de la maquinaria ó escuchar música muy alto, enfermedades del oído interno, complicaciones causadas por consumo de medicamentos que pueden ser tóxicos para el nervio del oído interno, infecciones graves, como la meningitis.
El ozono (O3) es una sustancia cuya molécula está compuesta por tres átomos de oxígeno, formada a disociar los 2 átomos que componen el gas de oxígeno. Cada átomo de oxígeno liberado se une a otra molécula de oxígeno (O2), formando moléculas de Ozono (O3).

A temperatura y presión ambientales el ozono es un gas de olor acre y generalmente incoloro, pero en grandes concentraciones puede volverse ligeramente azulado. Si se respira en grandes cantidades, puede provocar una irritación en los ojos y / o garganta, la cual suele ocurrir después de respirar aire fresco por algunos minutos.

El ozono tiene varias aplicaciones en el campo de la medicina , constituyendo la ozonoterapia . Los efectos del ozono sobre el organismo se pueden resumir en los siguientes puntos:

- Tonifica y refuerza las paredes estomacales, previniendo úlceras y otros trastornos digestivos.

- Actúa sobre los agentes causantes de la acidez y mal aliento, neutralizando los mismos con rapidez.

- Alto poder cicatrizante, reduciendo considerablemente el tiempo de curación de llagas, heridas y úlceras, así como el riesgo de infección.

- Elimina las bacterias productoras de caries, sin afectar el esmalte, contribuyendo de esta forma a una mejor higiene dental.

- Disolver totalmente el ácido úrico.

- Actúa sobre centros nerviosos disminuyendo las tensiones y la sensación de angustia.

- La acción germicida y antitóxico del ozono, permite la realización de desinfecciones del organismo.

- Tratamiento de enfermedades respiratorias (asma, afecciones bronquiales, tosferina), afecciones cutáneas (llagas, úlceras úlceras, varicosas, etc.) Y enfermedades del aparato digestivo.
Los estados de inmunodepresión han aumentado su prevalencia en los últimos años. Son personas con las defensas extremadamente bajas lo que representa una gran puerta de entrada para cualquier infección vírica o bacteriana. El riesgo de contraer enfermedades infecciosas es extremadamente alto y puede ser grave. A los esporádicos casos de inmunodepresiones primarias se le suman cada vez más los provenientes de tratamientos por tumores malignos, enfermedades autoinmunes, trasplantes y fundamentalmente, la infección por VIH, que se transformó, sin dudas, en la principal causa.

Un estado de inmunodepresión es un estado dónde un paciente puede tener uno o varios problemas para defenderse de agentes infecciosos externos, puede ser contra algún agente infeccioso en concreto o contra múltiples agentes.
En 1856, tan sólo 16 años después de su descubrimiento, el ozono fue utilizado por primera vez en un centro de salud para la desinfección de los quirófanos y la esterilización de los instrumentos quirúrgicos. En 1892, The Lancet publicó un artículo que describía la administración de ozono para el tratamiento de la tuberculosis. También fue utilizado durante la Primera Guerra Mundial para desinfectar heridas.

La ozonoterapia se ha aplicado con éxito en medicina desde hace más de 40 años. Es un método natural de tratamiento que da una capacidad al cuerpo de recuperarse por sí mismo y, gracias a su efectividad, puede limitar e incluso evitar el desarrollo de enfermedades.
La enfermedad vascular periférica (EVP) consiste en un daño u obstrucción en los vasos sanguíneos más alejados del corazón: las arterias y venas periféricas. Las arterias y venas periféricas transportan sangre hacia y desde los músculos de los brazos y las piernas y los órganos del abdomen. La EVP puede también afectar a las arterias que llevan sangre a la cabeza (ver Enfermedad de las arterias carótidas). Cuando la EVP afecta sólo a las arterias y no a las venas, se denomina «enfermedad arterial periférica» (EAP). Los principales tipos de EVP son los coágulos sanguíneos, la hinchazón (inflamación) y el estrechamiento y la obstrucción de los vasos sanguíneos.

Las enfermedades de las arterias pueden ocasionar obstrucciones arteriales, aneurismas aórticos... y las enfermedades de las venas pueden ocasionar coágulos sanguíneos venosos, embolia pulmonar, flebitis o varices
Se habla de insuficiencias cardiacas cuando la función del corazón está alterada o no bombea suficiente sangre como abastecer a los órganos, músculos y tejidos del organismo. Cuando el corazón empieza a fallar, el organismo lo detecta inmediatamente y pone en marcha los mecanismos compensatorios, por lo que muchos pacientes no llegan a percibir los síntomas anormales que manifiesta el corazón. Estos mecanismos sólo son eficaces durante cierto tiempo, por lo que llega un momento en el que el organismo no puede remediar el fallo en el bombeo del corazón.
A consecuencia de los procesos metabólicos de nuestro organismo, como la respiración o la digestión, a diario se producen millones de radicales libres, que no son más que productos residuales (parecidos a los que produce un motor que, al quemar su carburante, genera humos nocivos ), que se van acumulando a lo largo del tiempo, y producen la oxidación.

Algunos procesos y sustancias pueden incrementar la oxidación en nuestro organismo y, por tanto, favorecer el proceso de envejecimiento: la contaminación ambiental, fumar, el consumo elevado de bebidas alcohólicas, el consumo elevado de grasas, la actividad deportiva excesiva, la sobreexposición a las radiaciones solares, las situaciones de estrés elevado y sostenido, entre otros.

Nuestro organismo dispone de mecanismos antioxidantes fisiológicos, pero la aportación de tratamientos antioxidantes incrementa la eficacia de estos mecanismos, además de los efectos derivados de la capacidad antioxidativa los mismos alimentos ingeridos.

También hay un grupo de sustancias llamadas de forma genérica antioxidantes que bloquean o atenúan el efecto negativo de los radicales libres, llamadas sustancias antioxidantes: las vitaminas C y E, el betacaroteno o provitamina A, el selenio, el zinc y el cobre . La dieta mediterránea incluye, de forma natural, una propuesta muy rica en antioxidantes.
Una de las formas de obtener energía por parte de nuestras células, la base de nuestra estructura física, es a partir de la combustión del azúcar que ingerimos con los alimentos y así obtenemos una especie de "gasolina celular" que se conoce como ATP. Si la combustión es con oxígeno, por cada molécula de glucosa obtenemos 36 ATPs, pero sin oxígeno solo obtenemos 2 ATP s, por eso preferimos utilizar la vía del oxígeno. Aquí es donde empiezan los problemas, este sistema deja unos materiales de desecho, los radicales libres , altamente tóxicos para otras funciones de la propia célula, tan tóxicos que pueden llegar a matarla. Naturalmente nuestras células, que viven desde hace miles de años, han desarrollado mecanismos para eliminarlos o reutilizarlos; entonces, se preguntarán, ¿dónde está el problema?

Es sorprendente que, al final, nuestros abuelos tuvieran razón cuando decían que tenían las articulaciones oxidadas: resulta que nos oxidamos como vulgares metales , no llegamos ni a metales preciosos!

Resulta que la gran evolución del siglo XX nos ha demostrado que el envejecimiento no es un fenómeno inalterable y los científicos han comenzado a estudiar cuáles son las causas de este proceso. Una de las teorías del envejecimiento más aceptadas, no la única, es la que defiende que los Radicales Libres se acumulan en la célula y esta muerte precozmente intoxicada. ¡¡Caramba !! esto significa que si puedo desintoxicar mis células, vivirán más tiempo y yo con ellas! Esta es la base de la nueva medicina del siglo XXI, la Medicina Antienvejecimiento o Antiaging , una especialidad médica que nos ayuda a conocer y combatir los procesos que nos hacen envejecer.

Es difícil transmitir el juego de equilibrios que se mantienen entre las células y su entorno, pero en todas las situaciones estables deben existir dos platillos en la báscula, en uno de ellos están los procesos oxidantes, promotores de Radicales , como por ejemplo el ejercicio demasiado intenso, las comidas copiosas, el estrés, las enfermedades en general, el tabaco o la polución y en el otro los antioxidantes, medios de defensa contra ellos y que podemos agrupar en dos niveles principales, internos, que a la vez se dividen en intracelulares y extracelulares, y externos, que adquirimos con la comida. Mucho menos los más importantes y eficaces son los intracelulares, sustancias enzimáticas de la propia célula que se encargan de su neutralización. Pero en caso de que se nos escapen algunos en el exterior actúan los sistemas extracelulares tipo ácido úrico, ferritina y los externos tipo vitamina E, vitamina C o algunos aminoácidos como la cisteína o la metionina presentes en muchos alimentos.

Mientras nuestro cuerpo se mantiene joven y lozano mantener este equilibrio es sencillo, pero cuando nuestras funciones comienzan a decaer la capacidad de neutralización, por un lado, disminuye y la capacidad de oxidación, por el contrario, aumenta. Así, progresivamente, vamos rompiendo este importante y delicado sistema de equilibrio y vamos entrando en un período de decadencia llamado vejez .

No se vayan a creer que con un par de zanahorias, una fruta y una copa de vino conseguiremos la eterna juventud. Cada caso es un mundo y por eso necesitamos expertos que nos asesoren personalmente sobre cada uno de nuestros hábitos de vida y dispondremos así de la oportunidad de escoger el mejor si nos apetece, al fin y al cabo el conocimiento sólo nos hace más libres para a elegir nuestra opción, pero no se equivoquen!
Una úlcera o llaga (del latín ulcus) es una lesión abierta de la piel o membrana mucosa con pérdida de sustancia. Las úlceras pueden tener origen y localización muy variada, las más frecuentes son las que afectan a la pared del estómago o duodeno que se llaman úlceras pépticas, las úlceras cutáneas que afectan a la piel y las úlceras por presión, que suele ser la más común, prevenible y tratable de las situaciones en las que se puede encontrar el paciente encamado.
La histamina es una sustancia que fabricamos en nuestro cuerpo y que también se encuentra en pequeñas cantidades en los alimentos. Es una amina biogénica que se forma a partir del aminoácido de histidina que se obtiene de la descomposición de las proteínas. Es fabricada por nuestro organismo y almacenada en los mastocitos para ser liberada cuando se necesita y funciona como hormona y como neurotransmisor, regulando diferentes funciones.

La histamina tiene muchas funciones importantes, actúa como vasodilatador, disminuye la presión arterial, provoca la contracción de la musculatura lisa de bronquios y útero, aumenta el peristaltismo intestinal, estimula la secreción del ácido clorhídrico en el estómago y es mediadora de muchos procesos inflamatorios.

En cualquier reacción alérgica se libera histamina, y ésta provoca los síntomas alérgicos más comunes, desde el grano y picor de una picadura de mosquito a la congestión nasal y rinitis de la alergia al polen, pasando por síntomas variados como enrojecimientos, náuseas, vómitos, rinitis, asma, dolor de cabeza y migrañas, vértigos, taquicardia, diarreas, etc.

La aparición de estos síntomas varía entre algunos minutos y varias horas, no más de tres, desde la ingestión del alimento. Todos los síntomas suelen remitir entre las 12 y las 24 horas sin dejar secuelas. En medicina se la considera una pseudo-alergia.
Son organismos de dimensiones microscópicas y algunas especies requieren grandes aumentos para poder ser observadas, que están muy difundidos por todo tipo de medios naturales, incluso los más extremos, como las fuentes termales, los lagos salados y los ambientes sin nada de oxígeno . Son unicelulares que clásicamente pertenece al reino Monera. Es el reino más primitivo de todos, y agrupa a las formas de vida más sencillas: los procariotas. Su nombre proviene de las palabras griegas pro (antes) y karyos (núcleo), es decir, "antes del núcleo", referente a la falta de membrana nuclear, principal diferencia con los organismos eucariotas.

La célula bacteriana es procariota, es decir, no tiene núcleo, y también le faltan muchos de los orgánulos que encontramos en las células de los eucariotas. Se multiplican por división, y lo hacen a gran velocidad cuando se encuentran en unas condiciones ambientales adecuadas.

Su estudio constituye, hoy día, una rama independiente de la biología, la bacteriología, de gran interés industrial y médico.
Los hongos son un grupo de organismos que siempre se habían incluido en el mundo de los vegetales, pero que actualmente se consideran como un reino independiente por sus peculiares características: no realizan la fotosíntesis, muchos no tienen celulosa en la pared de sus células, su sustancia de reserva es el glucógeno (sustancia típica de los animales) y se reproducen por esporas. Las esporas son células reproductoras rodeadas de unas capas que las permiten resistir condiciones muy desfavorables de temperatura y humedad, pero que cuando las condiciones son buenas germinan y originan un nuevo individuo.

Desde hace mucho tiempo se les ha utilizado como fuente directa de alimento, como las setas y las trufas, así como en la fermentación de diversos productos alimenticios, tales como el vino, la cerveza o la salsa de soja. Más recientemente, se utilizan los hongos como fuente de antibióticos utilizados en la medicina.

La disciplina de la biología que estudia los hongos es la micología, ya menudo se la considera parte de la botánica, aunque los hongos son más cercanos a los animales que a las plantas.
En biología, un virus (del latín virus, «toxina» o «veneno») es un agente infeccioso microscópico que sólo puede multiplicarse dentro de las células de otros organismos.

Los virus infectan todos los tipos de organismos, desde animales y plantas, hasta bacterias y arqueas. Los virus son demasiado pequeños para poder ser observados con la ayuda de un microscopio óptico, por lo que se dice que son submicroscópicos; aunque existen excepciones entre los Virus nucleocitoplasmáticos de ADN de gran tamaño, tales como el Megavirus chilensis, el cual se logra ver a traves de microscopía óptica 1.