Lumbalgias y dolor de espalda

El dolor de espalda es, probablemente, la patología más frecuente que sufre el ser humano.

En realidad no sabemos cuál es el origen real del dolor de espalda, desde una simple sobrecarga muscular hasta una hernia discal. Los estudios científicos demuestran, sin embargo, que se origina por un mecanismo neurológico donde se activan nervios que transmiten la sensación de dolor al cerebro provocando la contractura y la inflamación muscular como mecanismos de defensa. Así pues el diagnóstico es básicamente clínico y sólo en algunas ocasiones, en contra de lo que habitualmente se cree, nos pueden ayudar a las pruebas de imagen como Rx, TAC o RM.
La evolución nos ha permitido adquirir una posición eréctil y caminar de pie, pero ha dejado la columna lumbar como una de las zonas más desprotegidas y vulnerables de nuestra anatomía, a cambio de dotarla de una extraordinaria movilidad en todas las direcciones de el espacio.
La consecuencia del desconocimiento del origen del dolor es el que favorece la gran cantidad de enfoques terapéuticos dispares que se aplican en esta patología como son masajes, acupuntura, osteopatía, fármacos antiinflamatorios, cirugía, rehabilitación, ozono, etc.

Aunque parezca obvio que ante una hernia discal la mejor solución es su extirpación quirúrgica, los frecuentes fracasos de la cirugía lumbar nos ha ido llevando a soluciones cada vez más conservadoras.

El dolor de espalda puede tratarse a partir de diferentes técnicas, aunque cada vez más se implantan los tratamiento conservadores que se combinan con plasma rico en plaquetas o bien con células madre. Éste parece ser el futuro inmediato de su definitivo tratamiento.

También hay nuevas terapias que actualmente ya aplicamos como es la terapia ambulatoria que combina la infiltración de gas de ozono en la musculatura paravertebral, o bien, si el origen del dolor parece que venga del disco y no hay hernia discal se puede ' infiltrar ozono y / o PRP dentro del disco para conseguir una regeneración del mismo, en un acto quirúrgico muy sencillo y rápido (discolisis).
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El dolor de espalda es una patología muy frecuente en la población, habitualmente de origen desconocido, que el diagnóstico es básicamente clínico y no basado en pruebas de imagen y que puede tratarse a partir de diferentes técnicas, aunque cada vez más implantan los tratamiento conservadores que se combinan con plasma rico en plaquetas o bien con células madre, este parece ser el futuro inmediato de su definitivo tratamiento.
La lumbalgia puede presentarse en forma de episodios agudos (lumbalgia aguda o lumbago), de pocos días de duración, que pueden ser muy dolorosos, pero que no suponen gravedad y se agrava durante el reposo y de noche.
En otras ocasiones los síntomas son persistentes en el tiempo. Si su duración es superior a los 3 meses se habla de lumbalgia crónica. El dolor puede ser de menor intensidad, pero el hecho de que sea crónico puede limitar mucho las actividades de la vida diaria.
La consecuencia del desconocimiento del origen del dolor es el que favorece la gran cantidad de enfoques terapéuticos dispares que se aplican en esta patología.
Una hernia discal provoca dolor en la zona lumbar. Duele por inflamación el periostio de las vértebras, las articulaciones, la duramadre, el anillo fibroso, el ligamento vertebral longitudinal posterior y los músculos lumbares de la columna.
Una contractura muscular es una contracción continuada e involuntaria del músculo o algunas de sus fibras que aparece al realizar un esfuerzo. Se manifiesta como una hinchazón de la zona, que implica dolor y alteración del normal funcionamiento del músculo.